Con muy pocas pruebas, Jane y el CBI se encargan de investigar la muerte del hijo de un poderoso jefe de una mafia. Mientras recoge a un testigo para ser interrogado posteriormente, Van Pelt se ve asaltada por los recuerdos. La agente se verá inmersa en una persecución tras un tiroteo, que concluirá con una sorprendente aparición.